Festejo Pincha, by Enrique Amarante - Festejos pincharratas en el sur por partida doble. Todavía estoy celebrando el histórico triunfo; creo que, más que nada, le hizo un bien al despretigiado fútbol argentino. Gimnasia tenía que haber sido enviado al descenso directo, o por lo menos quitarle 20 puntos. Nací en el pueblo de General Belgrano, jugué al fútbol con el papá y los tíos del "Mago" y Diego Capria (todos los días nos trenzábamos de lo lindo en el potrero de la estación del tren). Papá marcó una cancha de fútbol en el patio de mi casa, con arco y todo. Todavia tengo una foto con la número 5 bajo el brazo y el equipo completo de Estudiantes (la pelota me la regaló el abuelo de Carlitos Paciarotti, belgranenses de pura cepa). En esa época, ser hincha de Estudiantes era como haber visto un extraterrestre; en total eramos tres: papá,el portero de la Escuela 1 y yo. Luego nació mi hermano y la hinchada aumentó a cuatro. En aquel entonces, mi viejo -en la mejor lección de vida-, me llevó a La Plata, a ver un partido inolvidable. Nos ubicamos en la platea baja, detrás del arco (fue demolida). No voy a decir qué edad tengo, pero en ese equipo jugaban Ogando, Pellegrina, Violini, Infante y compañía. ¡Qué equipo! En la mitad del partido comenzó a llover torrencialmente. Un precavido plateista abrió su gran paraguas negro, tipo sombrilla, y nos cobijó a los tres. Así quedé marcado a fuego para toda la vida. Argentino y Pincharrata, o sea, nacido para sufrir. En mis tiempos de universitario en La Plata, seguía los entrenamientos de Don Osvaldo Zubeldía y el PF Jorge Kistenmacher. Ya en la noche del '67 fuimos a ver la final de la tercera; la cancha llena, no se puede creer, ese equipo fue la base para que luego saliéramos campeones del Metro. Nos salvamos de Platense en la semifinal y en la final pudimos ganarle merecidamente a Racing.
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