Cada entrenador fue con su esquema y se pudieron observar distinas
variantes. Francia y Portugal apuestan por un novedoso 4-2-3-1, mientras que
Alemania o Italia prefieren un 4-4-2. Por su parte, Argentina fue uno de los
pocos que mantuvo el enganche, mientras que el cuadrado mágico de Brasil no
rindió sus frutos.
¿Defender con cuatro y atacar con tres?. O tal vez meter tres atrás y tener
más poder ofensivo. ¿Arriba un solo punta? Dilemas, y más dilemas que vive
siempre el fútbol. En este Mundial de Alemania, cada entrenador fue con su
librito táctico. Y ninguno tuvo la verdad absoluta. En el final de la Copa,
muchos sacan sus conclusiones. Algo es cierto. Los esquemas apuestan a
cuidar más el propio arco que a lastimar en el contrario.
Argentina (4-3-1-2)
Fue una de las pocas selecciones que apostó por un enganche bien definido.
Prefirió hacerle caso a su historia y no innovar demasiado. "El típico diez
va desapareciendo. No porque no sirva. Al contrario. Lo que pasa es que hay
pocos jugadores que puedan hacerlo", dice Carlos Ramacciotti, director
técnico de Belgrano de Córdoba.
Pekerman jugó con un cinco clásico, Mascherano, y otro que colaboró en la
marca (Cambiasso o Lucho González). Más adelante plantó a Maxi Rodríguez,
que aportó mucho en la ofensiva y demostró que es un jugador moderno: rotó
por todo el frente de ataque y rindió en todos los puestos.
Román era el distribuidor, y Saviola y Crespo las referencias arriba. En el
fondo tuvo cuatro hombres, aunque en realidad la idea de José fue tener tres
centrales para darle vía libre a Sorin para que pase al ataque. Para Omar
Larrosa, volante campeón del Mundo en 1978, "el planteo de Argentina fue el
más audaz" porque primero pensó en el arco contrario.
Por momentos fue un sistema efectivo, y por otros tuvo que modificar táctica
y hombres para generar más peligro. Messi, Tevez y Aimar fueron las
variantes más utilizadas por el técnico, aunque en el partido decisivo ante
Alemania poco pudo hacer por situaciones inesperadas.
Brasil (4-2-2-2)
Parreira utilizó el mismo dibujo táctico que en toda su segunda etapa como
entrenador, y que hasta allí le había dado un resultado perfecto: campeón de
la Copa América 2004 y de la Copa de las Confederaciones 2005, y primero en
las Eliminatorias. El rendimiento de algunos jugadores en Alemania no fue el
mejor.
Bien ofensivo, como siempre. Con dos volantes centrales (Emerson y Zé
Roberto) en el medio para cubrir a todas las estrellas. Ellos solitos para
hacer los relevos y darle independencia al cuadrado mágico. Y, como si esto
fuera poco, tenían la obligación de tapar los agujeros que dejaron Roberto
Carlos y Cafú cada vez que atacaron.
"El problema de Brasil fue tener un mediocampo despoblado y un olvido de una
característica histórica de los equipos brasileños: adueñarse de la pelota",
dijo Jorge Valdano.
Inglaterra (4-1-4-1)
Las lesiones obligaron al sueco Eriksson a modificar su plan inicial.
Primero por la lesión de Rooney que no le permitió arrancar el Mundial como
titular, y después por la desgraciada rotura de ligamento de la rodilla que
sufrió Owen frente a Suecia, en el tercer partido de la fase incial. El alto
Crouch fue la variante, y entonces su cabeza fue el eje de cada avance. Los
mediocampistas Lampard, Joe Cole, Beckham y Gerrard fueron los encargados de
tal tarea.
Por su parte, Hargreaves se ubicó entre éstos cuatro volantes y la defensa.
¿Su función? Fue el parabrisa y el equilibrio de un mediocampo que no se
destacó en la marca. Si bien tuvo tendencia a recostarse sobre la derecha,
jamás descuidó las espaldas de sus compañeros. Esto se observó claramente en
el partido por los cuartos de final ante Portugal.
Alemania e Italia (4-4-2)
Tienen un mismo dispositivo táctico: 4-4-2. Ambos defienden con cuatro
defensores, que se proyectan poco al ataque, y ponen en la mitad de la
cancha cuatro volantes con sacrificio pero mucha llegada al arco contrario
"Hoy la prioridad es poblar el medio porque allí se empiezan a ganar los
partidos", explica Ramacciotti.
Arriba, dos tanques. Dos delanteros típicamente europeos. Encontrar en estos
equipos un Tevez, un Messi o un Saviola sería una quimera. En general
Klinsmann y Lippi prefieren colocar en la ofensiva delanteros del estilo de
Crespo. Klose, el hasta hoy goleador del torneo, es un excelente cabeceador
pero tiene problemas para asociarse al juego colectivo. La Azzurra tiene en
su plantel a Inzaghi, Toni y Iaquinta, quienes no se destacan, justamente,
por su habilidad.
Eso sí, los movimientos de ambos seleccionados están bien mecanizados. Y,
además, algo muy importante: juegan en cada Copa del Mundo con su estilo
tradicional. ¿Se imaginan estos conjuntos defendiendo con una línea de tres?
Francia y Portugal (4-2-3-1)
Estos semifinalistas proporcionaron una de las novedades tácticas en el
Mundial. El esquema del francés Domenech fue resistido en el inicio. Se
decía que sus planteos eran mezquinos, amarretes y le cuestionaban la
ausencia de Trezeguet entre los titulares. Claro, el DT se la jugó por poner
un solo atacante, Henry. Y la apuesta le salió bien.
Usted se preguntará cómo hicieron los franceses para estar entre los cuatro
mejores del mundo colocando tan sólo un delantero. Sencillo. Detrás de ese
llanero solitario, ubicó tres volantes dinámicos, con mucho manejo, ida y
vuelta, y llegada. Entonces por la derecha va Ribéry que es un tractor
imparable: mete diagonales y aparece por sorpresa. Tiene gol y es un gran
asistidor. Lo mismo sucede por el otro sector, donde está Malouda. El trío
lo completa Zidane, quien tras un flojo comienzo en el torneo apareció con
todas sus luces ante Brasil.
Esto no sería tan fácil si no tuvieran dos guardaespaldas del calibre de
Vieira y Makelele. Marcan, corren, relevan y, de yapa, se la entregan
redonda a sus compañeros. Es un esquema dinámico y encima el volante del
Arsenal se dio el lujo de anotar dos goles. ¿Atrás? Una ordenada línea de
cuatro, donde el que más pasa al ataque es el jugador del Bayern Munich,
Sagnol. Sus compañeros de zaga suben poquito y nada.
Idéntico dibujo utiliza Scolari en su Portugal: 4-2-3-1. Una férrea línea
defensiva con un marcador lateral derecho que sube y sube (Miguel). Costinha
y Maniche (metió dos tantos) se dividen el mediocampo y no paran de correr.
Además, el jugador del Chelsea aportó en el ataque y fue fundamental con su
gol en el triunfo en los octavos ante Holanda. Delante de ellos el equipo va
cobrando fantasía: Cristiano Ronaldo, Deco y Figo son los encargados de
abastecer al único punta: Pauleta.
De todo tipo y color, las tácticas fueron las grandes estrellas del Mundial.
Por ahora, queda claro que las innovaciones de Portugal y Francia, y el
tradicional esquema de Italia y Alemania fueron las más efectivas. Ahora
chocarán los planteos en semifinales y hay que ver cuál se impone.
Fuente: www.clarin.com
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