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Enrique Amarante Director de la Escuela de Fútbol Argentino www.elpotrero.com.ar

octubre 27, 2006

CAMPEONES EN MALASIA 97

PROFESOR GERARDO SALORIO
P.F DE LA SELECCION DE FÚTBOL ARGENTINA, MUNDIAL
DE ALEMANIA 2006


La historia de los tres campeonatos del mundo.
Crónicas desde adentro. Capítulo II: Malasia



Diez reglas para la mejora continua:

Estar dispuesto a abandonar la forma anterior de pensar.

Siempre que te dediques a enseñar debes dudar sobre lo que estas enseñando. Debes poner en duda todo lo que has hecho hasta ahora.

Para curar las deficiencias de un jugador o de tu equipo no basta detectar y diagnosticarlas. Hay que buscar sus raíces y aplicar los remedios pertinentes.

Hace falta perfeccionar cada aspecto básico si se pretende que salga bien en el próximo partido.

Paso a paso se llega muy lejos

Una solución al 100% es difícil de alcanzar.

La diferencia entre excelente y bueno es un poco más de esfuerzo. El entusiasmo convierte el trabajo o entrenamiento más duro en una labor más placentera.

La mejor preparación para mañana es realizar óptimamente el trabajo de hoy. El éxito final se compone de una serie de pequeñas victorias diarias.

Ninguno por separado está listo como todos juntos. Trabajar en equipo es el camino más rápido para alcanzar éxitos, pero si dos personas dentro de un grupo están siempre de acuerdo, uno de ellos sobra.

El proceso de mejora continua no tiene fin.





Introducción

La etapa de Qatar había quedado atrás, el nuevo desafío era tratar de que este nuevo grupo tuviera vida propia.

La eliminatoria debía efectuarse en Chile, sin los problemas de altura que tuvimos en la anterior oportunidad.

Los trabajos comenzaron a partir del mes de octubre del año ‘95. Cuando se forma una nueva preselección, el cuerpo técnico completo recorre toda la fecha de divisiones inferiores, además de la jornada de primera división.

Cada jugador que posea condiciones es volcado a una planilla de seguimiento donde se van colocando las diferentes habilidades que expresa en el campo de juego.

Cada futuro preseleccionado tiene un seguimiento mínimo de siete partidos, los cuales son observados por diferentes componentes del cuerpo técnico. Finalizada esta tarea y luego de procesar toda la información conseguida se efectúa la presente citación a los entrenamientos de la pre-selección.

Se elabora un plan de trabajo que contempla una planificación de tres días de entrenamiento: lunes - martes en doble turno y miércoles. En el anterior artículo les había comentado que en las posteriores selecciones comenzaron los problemas de poder contar con todos los jugadores citados.

Esto se debe a la explosión que se produjo en el área juvenil luego de Qatar ’95; los jugadores eran promovidos a temprana edad a primera división lo que nos provocaba continuas charlas con los diferentes cuerpos técnicos para tratar de no interferir en la labor de ninguno.


Preparación hacia Chile ‘97

Comparativamente con la anterior preparación se habían obtenido algunos logros importantes para el crecimiento del grupo de trabajo. Se incorporó a una empresa que aportaba todo el apoyo de laboratorio. Desde un simple análisis hasta la medición de consumo de oxigeno de un jugador.

Esto nos aportaba un crecimiento importante y la incorporación de un fisiólogo nos daba la posibilidad de poseer mayor aportes del rendimiento individual de cada jugador.

Además se incorporó una asistente social la cual pasa a cumplir un papel importantísimo ya que eran nuestros ojos en los hogares de los jugadores.

En poco tiempo a nuestro trabajo de campo le habíamos incorporado una ficha donde se aportaban datos de sus posibilidades físicas (Estado actual y la forma de obtener mayor rendimiento).

Además de los aportes de personalidad, modo de vivir, gustos, como se compone su grupo familiar y diferentes problemáticas que se van presentando en la formación de un jugador.

Esto nos aportaba la posibilidad de poder ayudarlos en diferentes problemas que luego podían observarse en el campo ante un menor rendimiento de sus cualidades futbolísticas.

Cada jugador tenía a nivel mensual diferentes pruebas de laboratorio, las cuales eran además completadas con las de campo.

La asistente social realizaba charlas periódicas con cada integrante de la pre-selección, además de efectuar una visita a su hogar para realizar una charla con el grupo familiar, y poder observar los diferentes comportamientos del grupo que rodea al jugador.


Partidos amistosos

La problemática del grupo era de poder contar con todos en la misma fecha, inconveniente que se iría incrementando a medida que los jugadores fueran debutando en primera división.

En el mes de enero del ‘96 se concurrió a un torneo triangular que se disputó en la Ciudad de Punta del Este con los seleccionados de Uruguay y Paraguay. Estos partidos servían para ir observando los diferentes rendimientos de un grupo de 40 jugadores que conformaban la pre-selección Argentina.

Este grupo tuvo que cargar con la cruz de la comparación con el anterior de Qatar y cada compromiso era un verdadero examen. Si bien teníamos el apoyo del público, éste ponía hacia nosotros una exigencia desmedida, porque además de ganar debíamos jugar bien.

Ese torneo lo ganamos con algún susto, superando a Paraguay por 1x0 y en la final superando por penales a Uruguay, ya que los dos equipos habían llegado con el mismo resultado frente a Paraguay.

En el siguiente receso que se produjo en el campeonato de primera división logramos concretar dos partidos amistosos en México en los cuales obtuvimos una derrota y un empate. La mayor anécdota que quedó de esos dos partidos, fue que en el segundo partido se efectúa un tiro libre a favor de México, la barrera se coloca a la distancia correspondiente pero con tan mala suerte que la pelota impacta con mucha fuerza en la cabeza de Riquelme, pero la jugada sigue en un contragolpe espectacular donde luego de varios toques convierte el gol Román.

Los compañeros corren a felicitarlo porque realmente había convertido un verdadero golazo, este los recibe de la manera mas indiferente “¿por qué me felicitan? ¿dónde estoy?” ¡el gol lo convirtió totalmente inconsciente luego del pelotazo!.

Se finalizó la preparación previa con algunos partidos por el interior del país, tratando de probar a los últimos jugadores donde el cuerpo técnico tenia realmente dudas.


El Campeonato Sudamericano en Chile

En el mes de Diciembre me traslado a la ciudad de La Serena, ubicada al norte de Santiago de Chile, limitando con la Provincia de San Juan. La idea era encontrar una hotelería adecuada en un lugar de veraneo en el mes de enero, donde el contacto con el turista es constante. Buscamos un grupo de cabañas donde el jugador pudiera estar cómodo y así desarrollar una vida casi cotidiana como la que realiza en cada uno de sus hogares.

Luego de mucho caminar encontramos una bahía que poseía un complejo de siete cabañas con capacidad para seis personas cada una. En tres de ellas ubicamos al grupo de 20 jugadores, el cuerpo técnico estaba en otra, la utilería estaba ubicada frente a la del cuerpo técnico y por último la administrativa, a la derecha del cuerpo técnico. De esta manera las únicas liberadas eran dos que estaban alquiladas con anterioridad pero se encontraban en la parte delantera del complejo, lo cual no producía ningún tipo de problemas al desarrollo de las actividades que tenía la delegación.

El acoso periodístico comenzaba a ser un problema ya que este grupo de jugadores tenía muchos partidos en primera división y eran muy reconocidos por la gente.

Por primera vez tuvimos que realizar conferencias de prensa en horarios y días determinados, ya que los medios de prensa eran más de veinte a nivel nacional además de la prensa extranjera.

Qué alejados estábamos de aquel primer equipo que logró el primer campeonato del mundo donde nos acompañaron nada mas que cuatro periodistas!. La organización pasó a ser fundamental, además de la necesidad de mantener la cordura entre los jugadores porque por primera vez éramos ampliamente favoritos. La primera medida que se adoptó fue colocar un guardia permanente, el cual controlaba las credenciales de los periodistas.

Además tuvimos que organizar la visita de los familiares que por la proximidad con la Argentina llegaban en gran numero, y la llegada de los representantes. En este tema el cuerpo técnico tomo la determinación de que no tuvieran contacto con los jugadores para que las posibles transferencias y ofertas no perturbaran la concentración del equipo.

El lugar de entrenamiento que se consiguió era el del Complejo del Indio, una empresa cementera que poseía el mejor campo de juego. Recuerdo que para conseguirlo tuvimos que realizar arduas gestiones con el gerente del lugar por el recelo que él tenía para alquilárselo al equipo argentino, pero con mucha simpatía y previa entrega de algunas camisetas y souvenirs conseguimos el ansiado predio.

La llegada del grupo se efectúo siete días antes del comienzo del campeonato. El desarrollo del mismo había cambiado. Las zonas seguían siendo dos de cinco equipos cada una, pero clasificaban tres equipos de cada una de ellas para disputar el hexagonal final que clasificaría a cuatro equipos para la final.

Al equipo Argentino le tocó el grupo de Paraguay, Bolivia, Colombia y Uruguay y el otro estaba conformado por Brasil, Chile, Venezuela, Perú y Ecuador.

El primer encuentro lo disputamos frente a Paraguay. Recuerdo que el equipo comenzó como una máquina y a los 10’ de juego ganábamos por dos goles. Pero un gran quedo del conjunto posibilitó que al finalizar el primer tiempo el encuentro terminara empatado en dos goles.

En la segunda parte el equipo tuvo un arranque arrollador y posibilitó el triunfo por 5x2. El juego estuvo de acuerdo a un debut con pasajes de muy buen fútbol y otros de oscuros movimientos. El cuerpo técnico realmente no había quedado conforme con el desarrollo.

En un torneo que se disputan partidos cada 48 horas, los cuales son nueve en veintiún días, es de vital importancia llegar con un gran caudal de trabajo aeróbico para poder sustentar el gran desgaste que se debe efectuar en la maratón de encuentros que se van a disputar.

El mantenimiento que se puede efectuar depende de los regenerativos que se realizan al finalizar los partidos, además de realizar un gran de trabajo de movilidad y elongación previo a cada entrenamiento y al finalizar el mismo.

A los jugadores que no disputan gran cantidad de minutos, el cuerpo técnico debe poseer la capacidad de poder mantenerlos en forma, ritmo y principalmente motivados. Esto se debe a que seguramente en algún pasaje del campeonato debido a la acumulación de tarjetas amarillas y posibles lesiones, van a ser protagonistas del juego.

El segundo partido nos tocó frente a Colombia, equipo que tuvo fecha libre en la apertura del campeonato y el partido resultó muy difícil por el buen manejo de pelota que poseían los colombianos.

A los 15’ del primer tiempo perdíamos 1x0 y realmente no encontrábamos el rumbo del juego, y con un gol de Chiquito Quintana logramos empatar faltando 15’ 1x1. El encuentro tuvo un desarrollo parejo pero muy por debajo del nivel de jugadores que tenía el equipo.

Recuerdo las largas noches de desvelo en la cabaña del cuerpo técnico para tratar de encontrar los motivos del desenfuche que tenia el equipo en determinados momentos del juego y que lo llevaba a perder el control de la pelota, arma fundamental que poseía este equipo.

La clasificación para el hexagonal final estaba al alcance de la mano. El rival que seguía era el mas débil de la zona. Era Bolivia, la cual venía de dos derrotas por goleada. El partido arrojó un pálido triunfo de 2x1 con los quedos que venía afrontando partido a partido el equipo.

El primer objetivo estaba logrado. Estábamos en la final pero el equipo no aparecía, la clasificación nos daba la posibilidad de colocar algunos suplentes para poder resguardar a jugadores con amarillas y cansados por jugar cada 48 horas y se nos presentaba uno de los rivales mas difíciles que vamos a tener a lo largo de esta historia. Hablamos de Uruguay que también llegaba con la clasificación alcanzada solo el encuentro servía para cumplir con el fixture.

En un encuentro muy parejo faltando 15’ con un gol desde fuera del área nos vence por 1x0.El trabajo que venía realmente era el doble porque debíamos levantar al equipo de una derrota y colocarlo en la motivación correcta en la lucha por una plaza para el Mundial.

Los equipos clasificados para el hexagonal final están colocados en el orden que debíamos enfrentarlos Venezuela - Uruguay - Brasil - Chile y Paraguay. Les recuerdo que para el Mundial de Malasia se clasificaban cuatro equipos. La sede de la final era la misma.

El primer rival que se nos presentaba en los papeles era el mas débil pero le había presentado guerra a todos los equipos de la otra zona, además de ser la primera vez que una categoría sub 20 venezolana lograba la clasificación a las instancias finales.

El primer tiempo nos provocaron una gran cantidad de sofocones incluso dos pelotas en los palos finalizando la etapa 0x0. Luego de nuevas disposiciones tácticas se llegó a un tranquilizador 3x0. Esto nos daba los primeros tres puntos, pero seguíamos con las lagunas que el equipo encontraba en gran parte de los partidos.

El segundo rival era Uruguay que con su juego embarullado y de fuerte marca se nos presentaba con galimatías difícil de resolver. El partido resultó arduamente disputado y logramos empatar con un gol de Samuel en el segundo minuto de descuento. Se finalizó 1x1 y el punto logrado se festejó mucho por la forma que lo logramos pero no por el juego expresado en el campo. Y el rival que venía era nada menos que Brasil...

Recuerdo que las criticas hacia el equipo no se hicieron esperar pero la que nos llamaba la atención eran la de la revista “Solo Fútbol” en la cual colocaba al equipo como un verdadero desastre. En realidad eran demasiado duras porque en algunos pasajes del campeonato habíamos logrado tener un rendimiento aceptable.

Recuerdo que se reunió a todo el equipo en la cabaña del cuerpo técnico y José Pekerman se colocó frente a los jugadores y tomo la revista y comenzó a leer todas las criticas que el cronista vertía en sus páginas. Yo observaba desde un costado y podía ver como los rostros de los jugadores se endurecían ante cada crítica.

El objetivo estaba logrado. El gigante había despertado de su largo sueño. Cuando no se pueden lograr objetivos en lo táctico se debe apelar a los aspectos psicológicos de los jugadores y uno de ellos es buscando un “enemigo”.

El periodista sin saberlo había hecho ese clic en los muchachos. El efecto fue el deseado y luego de esa lectura el grupo tuvo una autocrítica ejemplar. Se logró el objetivo. El juramento de revertir todas esas criticas, y demostrarle al crítico lo equivocado que estaba respecto al equipo.


El día anterior a un clásico con Brasil

Es difícil para el protagonista expresar la serie de sensaciones que se producen a lo largo del día previo. Aparece el miedo a perder, algo que todo deportista posee y debe superar con el apoyo anímico de un cuerpo técnico confiable en la búsqueda del triunfo en todos los aspectos, tanto en lo táctico como en lo psicológico.

Surge la presencia del clásico rival donde uno juega además del partido. La rivalidad que solamente los deportistas amateurs podrían compararlo si por lo menos tuvieron la posibilidad de enfrentarse en un encuentro entre dos ciudades vecinas.

El triunfo nos da la posibilidad de sentirnos los dueños del territorio. Eso es un Argentina - Brasil donde la victoria lo hace sentirse a uno, patrón de Sudamérica.

Estos son partidos aparte, donde no vale nada lo efectuado con anterioridad y sabíamos que nos jugábamos mucho y el rendimiento debe ser de un 100%, desde una concentración absoluta en una jugada en un córner o en un simple pase de pelota en el medio campo.

En confrontaciones finales entre estos países el triunfo sirve como una catapulta al campeonato y una derrota es muy difícil de digerir.

Lo que queda en claro es que ningún jugador de fútbol quiere perderse por nada del mundo este famoso clásico ya que todos tenemos ese pequeño sueño en algún lugar del corazón y del cual queremos ser protagonistas.


La etapa final del Campeonato Sudamericano

Hablar del partido frente a Brasil es expresar la demostración de la solidez absoluta de un equipo que entra convencido que es superior al otro. A los 30’ del primer tiempo nos colocamos uno por cero y logramos conservar esa ventaja hasta el final del primer tiempo coronando la segunda parte con un golazo de Riquelme que todavía estamos gritando.

Me quiero detener en algo importante que me ocurrió como protagonista en esa jugada.

Como de costumbre me encontraba detrás del arco brasileño realizando la entrada en calor de los suplentes y sólo se podía observar una maraña de piernas donde era imposible que la pelota pasara. Pero ese Román que todo lo podía, le pega a la pelota en un espacio reducido dándole una rosca que uno podía observar desde atrás del arco como se abría y se iba cerrando para penetrar por el ángulo izquierdo del arquero. Hoy lo vuelvo a contar con la misma emoción que lo grité en el campo de juego. Un verdadero lujo para todos aquellos que tenemos la posibilidad de poder trabajar en el fútbol.

El partido finalizó 2x0 y nos colocaba punteros del hexagonal con siete puntos, pero la competencia seguía y el próximo que venía era Chile, equipo local que estaba realizando una campaña irregular.

La problemática que encontraríamos iba a ser totalmente diferente, ya que era la primera vez que éramos visitantes. Esto se debe a que a lo largo del campeonato tuvimos la posibilidad de contar con un grupo de 200 argentinos que nos alentó en todo momento.

Recuerdo que cuando salimos a hacer la entrada en calor, desde la tribuna que daba a los pasillos de los vestuarios comenzaron a arrojar piedras, y en ese momento lo único que se me ocurrió fue buscar refugio entre los micros de las diferentes delegaciones lo cual nos colocaba a resguardo de los proyectiles.

Comenzamos a realizar la entrada en calor entre los micros sin importarnos los objetos que caían por todos lados. Esto lo tomé como experiencia personal para futuros acontecimientos: cuando un equipo le demuestra a la gente que está fuerte en lo moral y nada lo va a llevar por delante, el público de a poco se va ir calmando.

Ese objetivo se logró y terminamos dominando ampliamente en el primer tiempo ganando por un gol a cero. Cuando nos dirigimos a los vestuarios volvieron a arrojarnos objetos contundentes. El grupo se juntó en el centro del campo y sin desconcentrarse esperó el momento de calma para retirarse a los vestuarios.

La batalla estaba ganada. Le habíamos demostrado a la gente que estabamos para llevarnos la victoria y nada nos iba a impedir que lográramos el objetivo. La segunda parte fue mucho mas fácil los nervios fueron consumiendo al equipo chileno y triunfamos por un contundente 3x0.

La victoria final por el campeonato estaba a un paso y solamente necesitábamos conseguir un solo punto frente a Paraguay y si en el encuentro previo de Brasil y Uruguay se producía un empate podíamos darnos el lujo de perder por cuatro goles.

El empate se produjo y el partido frente a Paraguay fue un mero trámite, y comenzamos ganando con un gol de Placente y hacia el final del primer tiempo nos empató Paraguay resultado que no se movió hasta el final del partido finalizando 1x1 y coronando a la Argentina con un titulo que no conquistaba desde el año 1967.

Tuvieron que pasar treinta años y varias generaciones de futbolistas para que se pudiera estar lo mas alto del podio Sudamericano.


La preparación para el Mundial de Malasia

A la llegada de Chile los jugadores retornaron a sus clubes y en los mismos, realizaron las diferentes pretemporadas.

Poder citarlos a conformar entrenamientos recién se pudo realizar para el mes de abril ya que los diferentes compromisos con los clubes impedía desarrollar una tarea uniforme.

Para el mes de junio previo al viaje a Malasia recibimos una invitación para disputar la Copa Havelange. La misma permitía que por espacio de diez días pudiéramos contar con todos los jugadores además de observar algunos cambios.

La misma se disputaba en México con la participación de ocho equipos. A nosotros nos tocó la zona de Honduras, Jamaica y México. Viajamos con veinte jugadores pero con la particularidad que ya finalizada la primera semana del campeonato, debíamos mandar nuevamente a Buenos Aires a seis jugadores a cumplir diferentes compromisos con sus clubes.

Podrán observar que para las semifinales y finales, el total del plantel era solamente de catorce, y esta anomalía que representaba para nosotros una gran sangría era la única posibilidad de poder efectuar la ultima prueba antes de confeccionar la lista definitiva.

El primer partido lo disputamos frente a Jamaica, rival que resultó mucho más duro de lo pensado, logrando derrotarlo en la segunda parte 1x0. La actuación había resultado muy opaca y poco convincente a las expectativas del cuerpo técnico. En el segundo encuentro lo disputamos frente a Honduras, el rival mas débil de la zona al que derrotamos con suma facilidad por 5x0.

Quedaba la definición frente a México para ver quien era el ganador del grupo, lo que representaba la comodidad de no enfrentar a Brasil que había quedado primero en su grupo.

Nuestro rival contaba con un mejor coeficiente de goles ya que había goleado a Jamaica y esto le daba la posibilidad de que con el empate tenía la clasificación lograda y no cruzarse con el otro grande de Sudamérica.

El encuentro fue arduamente disputado pero no pudimos quebrar la férrea defensa mexicana y finalizó el encuentro con 0x0. A partir de este momento nuestra chances comenzaban a disminuir, ya que seis jugadores titulares volvían a Buenos Aires a sus respectivos clubes.

El rival que nos esperaba era Brasil con todos sus titulares y la sed de revancha que tenían luego del Sudamericano era grande. El partido tuvo un desarrollo altamente favorable para nuestros intereses ya que hasta los 42’ del segundo tiempo triunfábamos por 2x1, pero en el último minuto el referí inventa un penal lo que posibilita el empate y la posibilidad de que el partido se definiera por penales.

En el encuentro se disputa cinco minutos de descuento, tiempo que recuerdo era sumamente excesivo y el ultimo minuto Brasil logra el tercer el gol y el partido finaliza 3x2.

El ánimo a pesar de la derrota había quedado muy alto por el buen desarrollo observado en varios jugadores suplentes, lo que nos posibilitaba esperar el futuro mas confiados por la aparición de nuevos valores.

El último partido lo disputamos frente a México y lo definimos con gol de oro lo que nos posibilitó finalizar dicho campeonato en la tercera posición. El torneo quedará en la anécdota ya que debe ser el primer equipo que luego de la primera ronda manda a seis jugadores a su país y define solamente con los cambios justos.

Luego de esta experiencia internacional finalizó nuestra preparación para el Mundial de Malasia, pero faltaban algunas definiciones de orden interno como el confeccionamiento de una gira previa...


La gira previa

Finalmente se adoptó la decisión de realizar dos partidos previos. La gira era realmente agotadora pero nos daba la posibilidad de probar los últimos movimientos de nuestro equipo.

Realizamos la primera escala en la ciudad de Roma. En este momento quiero detenerme para contarles una experiencia realmente fascinante. En las pocas horas que estuvimos, decidimos visitar La Fontana di Trevi, lugar donde miles de turistas piden tres deseos lanzando una moneda de espalda hacia la fuente.

Les comento que uno me lo concedió: fue el de salir campeón del mundo por segunda vez; los otros me los guardo para mi intimidad.

Durante la noche nos dirigimos hacia Asia donde nuestro primer destino era Corea del Sur. La idea era comenzar a aclimatarnos al cambio de hora que íbamos a tener durante la disputa del evento. La diferencia en total era de doce horas las cuales según el reloj biológico se deben cumplir en una hora por día.

Iniciábamos una gira de diez días previos a nuestra llegada a Kangar, ciudad donde se efectuaría la primera parte de la eliminatoria a la cual teníamos previsto llegar una semana antes del comienzo del Mundial.

A Corea llegamos dos días previos al partido, y realmente la aclimatación fue hartamente difícil porque a pesar de tomar medicación para conciliar el sueño, a las tres horas estabamos totalmente despiertos y era imposible continuar con nuestro descanso.

Recuerdo que habíamos salido desde Buenos Aires con una serie de inconvenientes para poder contar con todos los jugadores necesarios. Se adoptó la decisión de llevar a un jugador más de lo que permitía el reglamento y quiero detenerme en estas líneas para expresar un recuerdo extraordinario hacia el futbolista Facundo Quiroga que a pesar de quedar fuera de la lista cumplió un lugar destacadísimo en el grupo aportando durante toda la estadía trabajo, humor y sobre todo un gran compañerismo.

En Buenos Aires habíamos dejado a Placente que en esos momentos estaba disputando las finales por el ascenso con el club Argentinos Juniors. Como les dije anteriormente nuestro principal problema era el de contar con todos los jugadores para el armado del trabajo.

Finalmente Placente se agregó a nuestro conjunto en la ciudad de Kangar ya que tuvimos la fortuna de que su club lograra el ascenso y pudiésemos contar con su presencia.

En ese primer encuentro amistoso logramos un empate en un gol y nuestros últimos 20’ fueron realmente lamentables por la falta de adaptación al huso horario.

Desde Seúl debíamos trasladarnos hacia la ciudad de Chanchun al norte Pekín en la República Nacional China. Recuerdo de ese momento el viaje largo que tuvimos que realizar y los cambios de aviones para poder llegar al lugar.

El partido era esperado con mucha ansiedad ya que no se presentaba una Selección Argentina desde el año 1986. El lugar de alojamiento era imponente y el estadio tenía todas las comodidades. Recuerdo como anécdota que en el viaje hacia el estadio el DT Tocalli comenta en voz alta lo admirable de esa sociedad que se gobernaba con total tranquilidad ya que no se encontraba ningún policía en las calles.

Nuestra sorpresa fue mayúscula al entrar al campo de juego y observar hacia las tribunas que las mismas estaban ocupadas solamente por policías. Preguntamos a los organizadores porque estaba ocurriendo ese hecho, y los mismos nos contestan que era el Día de la Policía y la ciudad les realizaba un homenaje con ese partido, por lo tanto solo estaban autorizados a presenciar el partido los componentes de la fuerza.

La carcajada del grupo fue mayúscula y no salíamos de nuestro asombro al ver 70.000 policías prolijamente sentados junto a su gobernador, que además les entregaba diferentes distinciones a los mas destacados.

El partido tuvo un cause realmente atrayente y muy disputado finalizando con un triunfo de Argentina de 3x2. Recuerdo que decidimos no bañarnos en el estadio y nos retiramos junto a todo el público que lo abandonaba. Las muestras de cariño hacia nosotros por momentos nos resultaban graciosas, debido a que comentábamos que si la misma situación ocurriese a la salida de un estadio argentino, no sería igual.

Al día siguiente comenzábamos nuestro movimiento hacia el destino final no sin antes pasar por otro viaje agotador que era volver hacia Pekín y esperar un vuelo que nos transportara hacia Kuala Lumpur, capital de Malasia y desde ese lugar tomar otra combinación hacia Kangar situada a 70 Km. de Tailandia.

Lamentablemente un retraso del avión provocó perder la combinación hacia Kangar y tuvimos que hacer noche en la capital esperando el primer vuelo de la mañana. Eso nos demandó innumerables inconvenientes ya que tuvimos que conseguir un hotel a las 2 de la mañana y programar un entrenamiento en el parque antes de la salida de nuestro vuelo.

Luego de pasar todos estos inconvenientes nos encontrábamos en la agrícola ciudad de Kangar, a siete días del comienzo del Mundial.


Comienza el Mundial

La etapa de los amistosos había finalizado, y la lista de 18 jugadores ya había sido confeccionada. La cuenta regresiva hacia el primer encuentro empezaba y la zona que nos había tocado en los papeles no parecía complicada.

La componían Hungría, que había finalizado en tercera posición en el campeonato Europeo, en segundo lugar Canadá subcampeón de la Concacaf, y por último Australia, campeón de Oceanía.

Lo mas problemático fue adaptarse al clima, una mezcla de humedad con calor por arriba de los 35º lo que provocaba que los entrenamientos se realizaran muy temprano por la mañana y luego de la cinco de la tarde.

El debut era frente a Hungría que además del problema de ser el primer partido del mundial (que implica la mezcla de nervios y ansiedad de empezar a jugar un campeonato del mundo) el horario que nos colocaron era el de las 15 horas.

Recuerdo nuestros sacos empapados y la sofocación que rodeaba el banco de Argentina.

El partido logramos resolverlo rápidamente colocándonos 1x0 a partir de los 8’ y luego fuimos regulando el partido finalizando con un cómodo 3x0.

El primer paso se había realizado con autoridad y el desgaste que se había efectuado fue el mínimo ya que el desarrollo del partido se había ejecutado con facilidad.

El segundo encuentro debíamos disputarlo frente a Canadá, un rival que en su primer partido no había demostrado un gran potencial. También contábamos con la ventaja de jugar de noche lo que representaba una reducción de casi 10º de temperatura. El juego tuvo mas imprevistos de lo esperado finalizando la primera etapa 1x1. Recuerdo la llegada a los vestuarios, el desconcierto de los jugadores era reflejo en sus rostros. El papel de José Pekerman cumplió como de costumbre un rol principal en las diferentes ejecuciones de los planteos tácticos.

Siempre utilizo una frase de cabecera: ¡si el equipo llega al vestuario empatando seguramente luego de sus consejos lo terminara ganando o si entra ganancioso no terminara el encuentro con un resultado desfavorable!.

Su manera de hablar es tan simple que es fácil para los jugadores poder plasmarlo rápidamente en el campo de juego.

A los 30’ del segundo tiempo logramos el gol de la victoria, conquista que nos daba la posibilidad de obtener la clasificación para la segunda ronda, además de cuidar a algunos jugadores que tenían alguna amarilla o estaban bajos de peso por el clima reinante.

El tercer partido era frente a Australia, rival que venía a intentar la clasificación, y el empate nos favorecía logrando mantener el primer puesto en la zona, además de poder mantenernos en el mismo lugar de residencia sin tener que viajar a otra ciudad.

El juego tuvo un trámite espectacular, pero nuestro rendimiento quizás por haber obtenido la clasificación con anterioridad no logramos una gran concentración y al termino del primer tiempo nos encontrábamos 1x3 abajo, en el marcador.

La charla en el entretiempo realmente fue muy dura lo que transformó a la segunda parte en algo hermoso. Faltando 4’ logramos el empate en 3 goles, pero no iban a finalizar las sorpresas ya que en el tercer minuto de descuento el arbitro favorece con un penal a Australia que coloca un resultado final de 4x3 en su favor.

Esto trastocaba todos nuestros planes, porque además de tener que mudarnos ese segundo puesto nos colocaba en la llave más difícil del torneo.

Recuerdo que nos acostamos muy tarde analizando los porqué de semejante derrota. La reunión en la habitación de José Pekerman duró hasta las cinco de la mañana y en dicho lugar comenzamos a elaborar la estrategia para lo que continuaba.

La nueva ciudad donde íbamos a comenzar nuestra segunda etapa se llamaba Johor Baharu y tenía la particularidad de estar situada frente a Singapur, y el rival que nos esperaba era la temible Inglaterra con Michael Owen a la cabeza.

Nuestra salida se efectúo muy temprano a las siete de la mañana. Comenzamos el nuevo recorrido hacia esta nueva esperanza.

Malasia tiene la particularidad de ser dos islas que limitan por un estrecho que tiene integración con el mar de la China. La gobiernan cinco sultanes que en forma rotatoria cada cinco años van ocupando el cargo de jefe de gobierno. Además cuando se realiza el cambio de isla se debe realizar el trámite correspondiente en la aduana.

Llegamos al hotel luego de un viaje agotador a las dos de la tarde lo que nos permitió una comida muy rápida para luego tratar de dormir algunas horas. A última hora, luego de la merienda, salimos a realizar nuestra única practica la cual consistió en un reconocimiento al estadio donde de iba a disputar el encuentro.


La noche previa a un enfrentamiento con Inglaterra

Miles de imágenes suelen estar en la cabeza de cualquier argentino que se encuentra frente a la posibilidad de enfrentar a Inglaterra luego de los sucesos de Malvinas. El mismo tiene un sabor especial pero diferente de un Argentina - Brasil. En mi caso particular lo único que me obsesionaba era pasar la ronda como se pudiera.

No consideré la dimensión hasta después del encuentro, donde gran cantidad de periodistas nos ponían en contacto con Buenos Aires, además de que el Presidente de la Nación se pusiera al habla con nuestra delegación por el triunfo obtenido.


Las mieles del triunfo

El trámite del encuentro tenía un aditivo especial. Era el enfrentamiento de dos futuras promesas que luego se transformarían en una gran realidad. Se encontraban por Argentina Aimar y por Inglaterra Owen.

Dos prominentes figuras que tendrían en el encuentro un duelo aparte del cual salió triunfador Aimar convirtiendo un verdadero golazo, eclipsando la actuación de Owen que fue opaca, absorbida por una inteligente telaraña tejida por nuestro mediocampo.

El cotejo finalizo 2x1 a favor de Argentina, la cual sufrió algunos sustos en los últimos 10’ por centros que encontraban en algunos momentos mal parados a nuestros defensores. Pero el festejo duró muy poco porque a las 72 horas nos esperaba el gran clásico sudamericano Argentina-Brasil. Recuerdo que los cariocas habían pasado su clasificación enfrentando a Bélgica y derrotándola por 10x1!!!.


Otro viaje más

Las valijas ya estaban preparadas. En esta etapa siempre hay que tenerlas listas, porque solo hay dos opciones: si se gana se sigue y si se pierde nos volvemos hacia nuestro país.

La nueva ciudad se llamaba Kuching, que en el idioma Malayo significa gato. En ese lugar Brasil había establecido su sede de la cual no se había movido por haber logrado su zona y esperaba a sus rivales hasta semifinales.

El lugar era algo realmente imponente, la estructura hotelera se encontraba enmarcada en un gran morro el cual poseía de frente al mar de la China.

El hotel tenía un aspecto imponente, con más de mil habitaciones, desparramadas por diferentes pabellones. Todos estos corredores tenían hacia sus costados pequeñas selvas en las que en las caminatas nocturnas se escuchaban innumerables sonidos de diferentes animales.

Pude informarme que es uno de los lugares que la humanidad conserva en su estado natural por el cuidado de la ecología.

Realizamos solo dos entrenamientos que fueron efectuados en el mismo estadio donde se iba a realizar el encuentro.

Brasil llegaba con una moral muy alta goleando a todos sus rivales y nosotros realizando un campeonato alternando buenos pasajes de buen juego con algunos malos.


No era un clásico más

El partido debía disputarse en un horario realmente insólito. Por el calor que había en el lugar (el sol era una bocanada de fuego sobre nuestra nucas) a las 16 horas de ese día.

Al salir a efectuar el reconocimiento al campo de juego nos encontramos con un estadio imponente embanderado del color verde amarillo y un coro que repetía Brasil todo el tiempo. Solamente observe dos banderas argentinas en los costados de las plateas que eran enarboladas por los familiares de los jugadores.

La entrada en calor la realizamos en una pequeña franja de 30 metros en la cual había una tenue sombra.

Esperábamos esa entrada en conjunto dando voces de aliento para tratar de amilanar con nuestros gritos al rival. La explosión del estadio a la salida de los equipos hizo retumbar a nuestros oídos. Parecíamos los gladiadores de la antigua Roma que estaban preparados para matar o morir.

El partido tuvo un trámite parejo en el primer tiempo donde los dos equipos en un juego muy pausado se alternaban el dominio territorial. Los dos conjuntos jugaban espaciosamente sus fichas tratando de resguardar energías para el final, en el cual nos esperaba una alucinante alegría.

En la segunda parte sobre los 30’ tomó una pelota el gringo Scaloni y en posición de ocho comenzó a gambetear jugadores brasileños y desde una posición cerradísima convirtió el primer gol del encuentro.

Recuerdo que desde la posición de nosotros, nos dimos cuenta del gol cuando vimos que se inflaba la red y en el estadio se produjo un uhhh! demostrando lo espectacular de la jugada. Solo festejaban esa pequeña franja de argentinos que se apiñaban junto a las dos banderas argentinas.

Pero las emociones no finalizaban en esta jugada, ya que sobre los 44’ Pérezlindo, que había ingresado en los minutos finales logra interceptar una pelota en el medio campo y en una corrida espectacular con tiro desde 25 metros convirtió el segundo gol.

Recuerdo que en nuestro banco se produjo un desbande generalizado donde cada uno de nosotros salió disparado en diferentes direcciones a festejar el gol, rompiendo una de las tradiciones que el grupo respetaba a muerte que era el abrazo corporativo que efectuaba todo el cuerpo técnico.

En mi caso particular salí corriendo hacia mi izquierda por la pista de atletismo, hasta arrollidarme y mirar hacia el cielo y expresar la frase “Dios, gracias por hacerme Argentino” y gritar por espacio de casi un minuto el gol que nos colocaba en semifinales. Ese triunfo nos posibilitaba obtener lo mas anhelado para un profesional, que es poder triunfar sobre Brasil.

Los minutos de descuento sirvieron para continuar con abrazos con los demás compañeros.

El resultado estaba garantizado y el festejo que nos esperaba en el vestuario fue similar a la obtención de un campeonato. Luego de pasar unos 15’ donde gritos y llantos se fueron entremezclando se logró la calma deseada para poder realizar los ejercicios de elongación, porque a las 72 horas nos esperaba Irlanda.

Pero en ese vestuario había dos personas que estaban altamente preocupadas y lentamente me fui acercando hacia ellos y les dije ¿muchachos no están contentos? ¡le acabamos de ganar a Brasil!.

Sabes que pasa, me contestaron a coro, con las dos últimas amarillas nos quedamos sin los dos centrales titulares para el próximo partido.

Esos dos genios eran Pekerman y Tocalli que a pesar de obtener el triunfo más resonante del campeonato, no podían hacerse una pausa para el festejo, lo que demuestra la ingrata actividad que tienen los técnicos que a los cinco minutos de finalizar el encuentro se deben preocupar en el próximo rival.


La semifinal

Nos esperaba Irlanda, equipo que no tenía grandes antecedentes pero con un juego compacto se había transformado en la sorpresa del campeonato.

Teníamos a favor que no viajábamos, dado que habíamos heredado la sede de Brasil, lo que nos permitía por primera vez en el campeonato no realizar las valijas para salir para la próxima sede.

Los técnicos seguían con sus grandes dudas para suplantar a Samuel y Cufré, dos jugadores que hasta esa altura del campeonato habían tenido actuaciones notables.

La decisión final que adoptaron fue la de colocar a Fabián Cubero de primer central puesto que no había actuado nunca y que su desempeño era siempre de volante central.

El segundo marcador central elegido fue Diego Placente, el cual en divisiones inferiores se había desempeñado en esa función.

El partido fue de un trámite donde Argentina tuvo un dominio general del campo pero sin obtener muchas posibilidades de gol. El mismo llegó luego de una serie de rebotes donde Sebastián Romero solo tuvo que empujarla hacia la red.

El triunfo no tuvo la brillantes del anterior pero ese gol nos sirvió para colocarnos en nuestra segunda final mundial.

Había un solo rival que preferíamos evitar, el mismo era Uruguay, que a lo largo de todos los partidos nos había complicado.

El otro encuentro semifinal se disputaba por la noche y era el enfrentamiento entre Ghana y Uruguay. El match tuvo un juego alucinantes y con constantes cambios en el marcador. Finalmente en el alargue triunfó Uruguay por 4x2, lo que lo colocó en la final del campeonato. Otro clásico nos esperaba y este era el del Río de la Plata.


Kuala Lumpur... hacia allá vamos

Otro viaje más nos esperaba, pero este tuvo un sabor diferente porque la ansiada final la habíamos logrado.

El ultimo entrenamiento lo realizamos por la mañana en la ciudad de Kuching viajando por la tarde a última hora. Recuerdo que volamos con una tormenta impresionante y el avión se movía como un papel. En dos oportunidades se produjeron dos pozos de aire impresionantes, las caritas pálidas de todos nosotros eran increíbles y solamente recuperamos la calma cuando tocamos suelo en la capital Malaya.

En ese instante me dirigí hacia un jugador y le dije la siguiente frase “Si Dios nos mantuvo vivos es porque el próximo domingo nos va entregar el campeonato”.

Uruguay esperaba en el lugar. Había conformado el grupo de Malasia y al obtenerlo le tocó en suerte jugar siempre en el mismo lugar y no realizar ningún viaje en todo el torneo.

Los dos días anteriores al partido no alteraron la rutina tradicional antes de un juego tan importante; solamente realizamos ejercicios muy livianos y no se efectuaron movimientos tácticos. Las reservas de los dos técnicos eran absolutas y solamente ellos sabían la formación del equipo.


La final

Las dos delegaciones salimos al mismo tiempo ya que habitábamos el mismo hotel. Yo tenía la cábala de preguntarle arriba del bus la formación del equipo para luego pasarla a la parte administrativa para confeccionar la planilla.

La rutina la realizaba sin ningún papel porque el equipo lo conocía de memoria y todo era para seguir la cábala de comienzo de campeonato. Al dirigirme a Pekerman y realizarle la pregunta habitual, éste me preguntó ¿tenés papel para escribir?. No, le contesté. Si siempre salimos igual...

· Te aconsejaría que tomes alguno porque hay una serie de cambios, me contestó. Del equipo salen Aimar y Markic. La sorpresa mía iba expresándose en mi rostro hasta que la respuesta salió como un latigazo.

· Les vamos a jugar diferente y les vamos a pelear en terreno de ellos. Le cambiaremos nuestra manera de movernos para tratar de confundirlos y que tengan que mover sus estructuras.

La jugada era realmente fuerte dado que sacaba al capitán de equipo y a una de las figuras del campeonato, pero José es siempre de sorprendernos y seguramente algún as debajo de su manga debía tener.

El comienzo del encuentro no fue de lo mejor ya que a los 10’ del primer tiempo nos encontrábamos un gol abajo, pero lentamente fuimos encontrando el cause del partido y antes de la finalización del primer tiempo logramos dar vuelta el marcador colocándonos 2x1.

La segunda parte con la entrada de Aimar nos encontró como absolutos dominadores del juego y logramos lo fundamental de un partido que es el control de la pelota, no sin antes pasar algunas zozobras en los minutos finales, donde salvamos un par de pelotas en la línea final. La frase de deseo que había expresado en mi ultimo viaje en avión se hacia realidad...

“Dios nos había dejado vivos porque tenia para nosotros el premio de ser nuevamente campeones de mundo”.


Epílogo

Este fue el triunfo de un grupo de jugadores que debió luchar con las comparaciones del periodismo con el grupo de Qatar, que supo tener un estilo propio, cuya mayor virtud era el desenfado de la creación. Que escribió su propia historia y aportó el 100% de ese equipo para abastecer los planteles del campeonato argentino, además de aportar su talento en equipos europeos y a nivel de selección mayor. Estos auténticos “caraduras” del buen juego lograron su objetivo con la mismas convicciones que tuvieron desde el comienzo de este trabajo.

Me dejó la enseñanza que todos los grupos no son iguales y que la misma receta no sirve para ocasiones diferentes.

Hacia ellos va mi agradecimiento por todas las locuras que pude vivir al lado de ellos y tener la satisfacción de disfrutar mi segundo Campeonato del Mundo al lado de una camada de jugadores excepcionales y por sobre todas las cosas, buenas personas.

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