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Enrique Amarante Director de la Escuela de Fútbol Argentino www.elpotrero.com.ar

octubre 27, 2006

LOS CAMPEONES JUVENILES DEL FÚTBOL ARGENTINO

POR EL PROFESOR Y PREPARADOR FÍSICO DE LA SELECCIÓN DE FÚTBOL ARGENTINA
EN EL CAMPEONATO MUNDIAL DE ALEMANIA 2006.( Con el coach JOSÉ PERKERMAN)


La historia de los tres campeonatos del mundo.



Crónicas desde adentro



Capítulo I: Qatar



"Enséñame a ser obediente a las reglas del juego.
Enséñame a no proferir ni recibir elogio inmerecido.
Enséñame a ganar, si me fuera posible.
Pero si yo no supiera, enséñame sobre todo a perder."



Parte I: Introducción

Parte II: Tomando altura

Parte III: El Campeonato Sudamericano

Parte IV: Mundial Qatar ´95

Parte V: Conclusión

INTRODUCCIÓN

Nos tenemos que remontar a octubre del año 1994. La experiencia que había acumulado en mis años como preparador físico de divisiones inferiores de fútbol, en el club Atlético Argentinos Juniors, función que ejercía desde el año 1981, tenía que ponerla en practica tratando de ejercer cambios acordes a una Selección Nacional.

Desde un primer momento estaba en el ojo de la tormenta y todo el periodismo tenia puesto sus ojos sobre nuestro trabajo. Habíamos llegado al cargo bajo una fuerte presión de los medios que querían colocar cada uno a sus candidatos, como suele suceder.

La primera reunión la efectuamos en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), donde delineamos el plan que nosotros denominamos "Altura".



· Tomando altura



La primera eliminatoria debíamos efectuarla en ciudad de La Paz, Bolivia. Eso era todo un problema para todos por el poco tiempo que teníamos para efectuar la planificación. La eliminatoria era en el mes de enero. Contábamos nada más que con 90 días de trabajo, en aquel momento evaluamos la posibilidad contratar a un especialista en temas de altura.

Hasta ese momento había acumulado la experiencia de haber concurrido a tres campeonatos juveniles con Argentinos Juniors a nivel juveniles, pero los mismos no habían superado los 2500 mts. Estábamos ante el gran desafío de enfrentarnos con el techo del mundo, que es la Paz con sus 3600 mts. (algo muy distinto).

La decisión fue de contratar al doctor Losada, un especialista del área, el cual era un gran conocedor de Trabajos en la Altura, tarea que había desempeñado con diferentes atletas.

Para la metodología de adaptación a la altura de La Paz contábamos con dos teorías, a saber: La primera era de ir subiendo lentamente comenzando un trabajo en nuestra Puna, para luego trasladarnos hacia Bolivia.

La segunda era la de ir directamente 15 días antes y desarrollar un trabajo de adaptación a la altura.

Hay que recordar que el organismo necesita una mayor formación de glóbulos rojos, para poder tener mas cantidad de oxigeno, y así superar los efectos de la altura.

La cantidad de días previos nos daba la garantía de poder llegar al objetivo sin inconvenientes.

Los entrenamientos en el llano los cumplíamos desde el día lunes hasta el día jueves inclusive, donde posteriormente a este trabajo, los jugadores se presentaban en sus clubes para disputar sus partidos.

El trabajo que efectuamos en el llano era reforzar las cargas aeróbicas y era imprescindible llegar con un buen consumo de oxígeno. Concurríamos al gimnasio 2 veces semanales, donde previamente a cada jugador se le efectuaba una medición de fuerza.

De los resultados que se obtuvieron se trabajo al 60% de la carga máxima que había sostenido el jugador, mensualmente se volvía a realizar otro examen para poder observar si el jugador levantaba su volumen de fuerza. El trabajo anaeróbico lo efectuábamos en los trabajos de fútbol en espacio reducido, donde el jugador era exigido a trabajar su técnica individual, además de poner en funcionamiento algo que en la altura pasa a hacer imprescindible que es la posesión del balón, hecho que nos beneficiaria en el consumo de oxigeno.

En este proceso de trabajo contamos con una ayuda, que en las posteriores selecciones no iba a ocurrir: los jugadores eran íntegramente de inferiores, ningún jugador de primera división, lo que nos daba la posibilidad de poder trabajar todos los días, con la totalidad del plantel.

Realizamos algunos partidos amistosos por el interior del país de los cuales solamente uno fue internacional: el que disputamos en la ciudad de Santiago de Chile.

El campeonato comenzaba el 10 de enero y volamos a La Paz el día 27 de diciembre. Tuvimos la previsión de conseguir un hotel el cual se cerró exclusivamente para nosotros, además de conseguir la mejor cancha de entrenamiento de La Paz, la cual se encuentra a 3800 mts de altura.

El primer día realizamos algunos estudios y caminatas, para poder observar el comportamiento de los jugadores.

La aclimatación fue tan perfecta que a los tres días, el cronograma que habíamos trazado lo dejamos de lado. El mismo contemplaba realizar doble turno a partir del quinto día. El 31 de diciembre realizamos fútbol con juveniles del club Bolívar de La Paz: el consumo de oxígeno promedio que había conseguido el equipo en el llano era de un 56%. Eso nos posibilitó adaptarnos mas rápidamente a la altura. El principal problema que nos presentaba eran las fiestas de fin de año las cuales los futbolistas tenían que festejar lejos de sus familiares.

Este escollo lo pudimos superar gracias al apoyo que recibimos de la comunidad Argentina, que nos invitó a cenar a su centro de reunión. El tiempo que teníamos era muy poco, pero la lejanía fue templando el ánimo de los jugadores y el grupo se iba conformando fuerte de carácter algo que necesitábamos para poder jugar 7 partidos en 21 días.

El día 8 de enero realizamos el último examen de sangre al plantel, para constatar que los glóbulos rojos hubieran superado la media normal del llano que es de 4.500.000. El promedio que obtuvo dicho plantel fue satisfactorio ya que cada jugador estaba cerca de los 6.000.000, lo que nos daba las garantías de que sus períodos de adaptación se habían cumplido satisfactoriamente.



· El Campeonato Sudamericano



El primer escollo fue Perú, al cual luego de superar algunos contratiempos logramos vencer 2x0.

Luego vino Ecuador al que superamos 1x0 y Venezuela 2x0. No teníamos la clasificación asegura para la segunda ronda, contábamos con 9 puntos y el arco invicto. Pero siempre ocurre el imponderable: Bolivia que compartía nuestro grupo pierde frente a Ecuador y eso nos coloca ante la necesidad de por lo menos conseguir un punto, por nuestro bajo promedio de goles.

Teníamos que empezar de nuevo, además de enfrentarnos a más de 50.000 bolivianos alentando a su equipo. Quiero detenerme en un detalle: estos jugadores no tenían partidos en primera división. Usualmente jugaban nada más que con 200 personas que los observan por fin de semana.

El equipo había logrado una gran madurez por su adaptación a la altura, además de adoptar un planteo muy inteligente que era la circulación de balón y la posesión del mismo, mérito gran parte responsabilidad del entrenador José Pekerman.

También nuestros estudios habían arrojado que los jugadores más rápidos y magros en grasa obtenían una mejor adaptación que los jugadores más potentes y de estructura corporal considerable. Esto provocaba una constante comunicación en el seno del cuerpo técnico, para poder colocar, además de a los mejores jugadores, los mejores adaptados a las exigencias de la altura.

El partido arrojo un empate en 0x0 lo que nos convirtió en ganadores del grupo y poder jugar el cuadrangular final, que clasificaba a tres equipos para el Campeonato Mundial.

La otra zona se había disputado en los 2300 mts. y los equipos clasificados eran Chile y Brasil.

Acá quiero detenerme para hacer la siguiente reflexión: muchas veces escuché decir a algunos periodistas que es lo mismo subir que bajar. Que equivocados que están... y esto lo pude comprobar a través de esta experiencia personal.

La segunda fase se jugó en el llano. Nosotros traíamos una mayor oxigenación en nuestra sangre que la otra zona que se había disputado a menor altura. Nuestros jugadores en el primer partido realizaron una presión impresionante lo que nos posibilitó estar ganando tres a cero a los 30 minutos, finalizando el juego y regulando energía se triunfo frente a Chile 3x1.

El segundo partido fue frente a Ecuador rival que habíamos enfrentado en las eliminatorias. Se triunfó 2x0 y se logro la tan ansiada clasificación para el Mundial de Qatar, objetivo que fuimos a buscar.

Quedaba la final frente al eterno rival: Brasil.

Llegamos en inferioridad de condiciones por tener algunos jugadores con doble amarilla, además de sufrir la expulsión de un jugador desde los 30' del primer tiempo. El resultado fue 2x0 a favor del Brasil.

A pesar de no obtener el campeonato, se finalizó un torneo el cual nos arrojo experiencias positivas, que pusimos en practica para diferentes selecciones que jugaron en la altura posteriormente. La conclusión que obtuvimos es que para jugar en la altura de La Paz, es importante realizar un buen trabajo aeróbico en el llano, además de llegar con un mínimo de quince días de anticipación. Lo cual no garantiza que algunos jugadores por su estructura física puedan finalmente adaptarse. Es importante resaltar el planteo de juego que efectúo el entrenador, ya que el consumo de energías debía ser el mínimo. Las experiencias de llegar un par de horas previas al partido es la segunda posibilidad, pero indefectiblemente a partir de los 75' se comienzan a sentir los efectos de la altura, que es un rival más a vencer y este obstáculo no se soluciona sin una previa adaptación.

Además si se posee la posibilidad de realizar una adaptación es importante conseguir un hotel que reúna las condiciones para que el jugador este cómodo y que la concentración no se sume al fastidio que genera la altura.

Los efectos comienzan a sentirse a partir de los 2300 mts. y se producen fuertes dolores de cabeza, mareos, vómitos y sensación de desgano entre otras respuestas individuales.

La experiencia vivida fue invalorable. Permanecimos mas de treinta y cuatro días fuera de nuestro país sin un conflicto. En nuestro primer torneo en el ámbito internacional, luchando contra el clima hostil de la altura, además de tener todo el público en contra que solamente pudimos cambiar en el partido final, donde tuvimos el 50% del publico a nuestro favor, probablemente debido a nuestro comportamiento.

La primera etapa estaba cumplida, pero lo que venía era aún más importante. Era el logro de jugar un Mundial, posibilidad que estaba vedada para la Argentina, por su mal comportamiento en el Mundial '91. Su representación había sido suspendida por el término de cuatro años!!.

Las eliminatorias para la Argentina siempre fueron algo traumáticas, y esta la habíamos pasado sin inconvenientes a pesar de ser subcampeones, título que en nuestro país no se le dio importancia, hecho que me provoca un gran malestar porque solamente los que tenemos la suerte de participar en este tipo de competencias, sabemos lo complejo que es lograr los objetivos y todos los detalles que hay que poder cuidar.



· Mundial Qatar '95



La preparación la retomamos rápidamente, licenciamos al plantel una semana y volvimos a los entrenamientos. Estábamos a 70 días de jugar el Mundial.

El cuerpo técnico decidió realizar cinco cambios al plantel tratando de buscar mayor funcionamiento, en un torneo donde estaban los mejores 16 equipos del mundo. La etapa previa no tuvo muchos cambios a lo realizado para el torneo sudamericano. Se evalúo a los 22 jugadores que teníamos en las plantillas, evaluaciones que realizamos en el laboratorio, donde medimos su consumo de oxígeno y evaluamos la fuerza. Además continuamos con los dos estímulos del gimnasio.

Se realizaron algunos partidos por el interior, donde se fueron evaluando a los nuevos jugadores, para poder conformar la lista definitiva de 18 seleccionados.

Los dos principales problemas que debíamos afrontar era la diferencia horaria la cual era de seis horas. Debemos tener presente que es necesario una hora por día para poder adaptarse al nuevo cambio metabólico, además del calor agobiante entre las 11hs y las 17hs.

También arrastrábamos la suspensión de un jugador que debía cumplir la sanción de un partido.

El viaje fue otro de los problemas, porque demoramos 33 hs para poder llegar a destino: la llegada a ese mundo nuevo llamado Qatar, donde se nos empezaría a cambiar la vida.

El debut nos esperaba a los seis días, frente a Holanda. Compartíamos además la zona con Portugal que era el actual subcampeón de Europa y Honduras.

Los tres primeros días los utilizamos para adaptarnos al agobiante calor. Convivíamos todas las delegaciones en un mismo hotel, cada una de ellas tenía un piso para dirigentes, jugadores y cuerpo técnico. La organización era simplemente perfecta, los estadios eran realmente de un lujo increíble.

El primer partido nos acompañaron algunos periodistas argentinos y pocos aficionados. El trámite del partido fue realmente trabado. Holanda proponía el buen trato de pelota, y una defensa férrea. El gol pudo concretarse recién en el minuto 40' del segundo tiempo. Esa victoria de 1x0, nos colocaba en una inmejorable posibilidad de poder clasificar.

El próximo partido se disputaría a los tres días frente a Portugal, un rival dificilísimo que contaba con jugadores de gran valía. El ánimo se encontraba realmente muy bien. No teníamos lesionados y estábamos completamente adaptados al calor. El partido tuvo un tramite parecido al anterior, pero esta vez el juego no estuvo de nuestro lado y perdimos por 1x0.

La clasificación se complicaba pero, contábamos con la ventaja que dependíamos de nuestro propio resultado para clasificar. El rival era el más sencillo de la zona en los papeles. Solamente teníamos que luchar contra nuestros propios fantasmas. Hasta el momento no habíamos podido tener una regularidad a lo largo de los 90' (una de las cosas más difíciles de lograr en el fútbol).

El partido tuvo un tramite altamente favorable para nuestro equipo. A los 30' del primer tiempo estábamos en ventaja por 4x0 pero nuevamente nuestra falta de concentración nos colocó 4x2, finalizando el encuentro con muchas dudas sobre nuestro futuro. Además tuvimos la mala fortuna de tener un jugador fracturado en pleno partido. La clasificación la logramos obteniendo el segundo lugar, detrás de Portugal que obtuvo su clasificación en forma perfecta logrando la totalidad de los puntos. Pero el futuro se presentaba con muchas dudas ya que además de enfrentar a uno de los favoritos, que era el campeón de África: Camerún.

En el correr de los tres días que tuvimos de espera del compromiso, se efectúa una charla en el grupo que pasa a ser importantísimo en el futuro del equipo. Se realiza una reunión de "corazones abiertos", donde cada uno dijo lo que pensaba que debíamos mejorar y porque no teníamos la regularidad de mantener un buen juego a lo largo de todo el partido. Creo que esa reunión sirvió para darse cuenta que estábamos en un Mundial y que para ganarlo debíamos tener la mayor concentración, táctica, estrategia y fuerza para salir adelante ante cualquier contratiempo.

El rival era muy dificultoso, venia de obtener su grupo en forma invicta además de contar con el público a favor, y de poseer unos físicos imponentes. Recuerdo que fue la única vez que llovió en Qatar, vale agregar que en ese emirato llueven solamente 100 milímetros al año.

A los 20' del primer tiempo el equipo paso a ganar 2x0, resultado que mantuvimos hasta el final. La Selección Argentina había logrado frente a un rival dificilísimo la concentración plena, además de poner el alma en cada pelota. Eso nos valió ganar la simpatía del público el cual lo tuvimos a favor por el resto del campeonato.

Estábamos entre los cuatro mejores, algo que soñamos cada noche que nos había costado muchísimo. El grupo estaba con una moral muy alta, y muy bien físicamente. Pero el rival que venía no era fácil por cierto. El campeón de Europa nos esperaba. Amplio favorito para los periodistas, equipo que pisó a todos sus rivales en cada partido, la gran España nos estaba esperando.

El primer tiempo realmente la pasamos muy mal, no podíamos obtener la pelota, y a pesar de todo nos retiramos al vestuario ganando uno a cero. Recuerdo que siempre me quedaba en la cancha realizando la entrada en calor de los suplentes, al salir de los vestuarios se me acercó José Pekerman, y me preguntó ¿viste si realizaron algún cambio?. Le contesto que habían retirado a uno de los laterales, él me contesta "bueno, se acaban de suicidar", realmente no entendí su frase, hasta que llamó rápidamente a los jugadores y paró al equipo con tres delanteros.

Ese cambio nos posibilitó a lo largo de todo el segundo tiempo, quedar mano a mano en cada contragolpe. El partido finalizó con un contundente 3x0 lo que nos parecía un imposible, que era llegar a la final. Estábamos también ante la posibilidad de obtener una revancha frente a Brasil que nos había derrotado en el último campeonato sudamericano.

Las chances se habían igualado. Ya no éramos aquel equipo que había llegado a Qatar con la expectativa de pasar la zona, y llegar lo más alto que se podía. Estábamos en la final y con las mismas posibilidades que Brasil. Solamente contábamos con una gran diferencia: veníamos de menor a mayor frase que aprendí para los próximos campeonatos. El equipo había logrado su estabilidad emocional, con pasos muy pequeños pero muy contundentes. Nuestro rival venía con una actitud diferente a la de los primeros partidos, ya no era la aplanadora que pasaba por arriba a los rivales, ya que le había ganado en el último minuto a Portugal con un juego muy deslucido.

Estábamos frente a la posibilidad de obtener nuestro primer campeonato mundial, con la madurez ideal para disputar una final, y con mucha sed de revancha (Motivación Extra) por el partido que perdimos en el Sudamericano de Bolivia.

El estadio tenía un aspecto imponente. Recuerdo que los dos planteles almorzamos juntos en el mismo salón, y pude observar los rostros tensos de los brasileños, y la tranquilidad de nuestros jugadores eso me dejó realmente tranquilo. Sabíamos lo que queríamos. Iba a ser muy difícil superarnos por la moral y carácter que tenía el equipo y por el entrenamiento técnico, táctico y físico que había desarrollado.

A los 20' del primer tiempo nos colocamos 1x0. El control del juego y de la pelota eran totalmente de la Argentina. Solamente faltaba la estocada final para vencer a nuestro tradicional adversario. Esa posibilidad llego a los 40' del segundo tiempo donde logramos colocarnos 2x0 conservando este resultado hasta el final.

La obtención de este campeonato nos posibilitó el reconocimiento de la prensa y el público en general.



· Conclusión



Desde estas líneas quiero rendirles un pequeño homenaje a esos primeros jugadores, que posibilitaron la obtención del título, y abrieron las puertas para las demás generaciones con su buen comportamiento, adentro y fuera del campo de juego. Que lucharon como leones en una tierra tan lejana, en un mundo tan diferente al nuestro, donde lograron que se los respetaran por su juego y don de gente.

Este primer Campeonato del Mundo significó para mí la satisfacción a tantos años de lucha desde el anonimato. Como profe de jugadores juveniles poder saborear al ver nuestra bandera en lo más alto flameando por el logro obtenido, lo que no tiene precio.

Lo que vendrá será muy diferente, porque a partir de este logro se producirá un quiebre y en las Selecciones Sub 20 pasaran por etapas muy diferentes a las expuestas en estas líneas, la promoción de jugadores será mucho más rápida, lo que provocará satisfacciones pero pocas posibilidades de hacer un trabajo a largo plazo, pero eso lo dejamos para una próxima historia.

GERARDO SALORIO

Profesor Nacional de Educación Física
Preparador Físico de las Selecciones Juveniles Argentinas de Fútbol desde el año 1994
Campeón Mundial Sub 20 Qatar '95, Malasia '97 y Argentina 2001

SELECCION MAYOR DE AFA, SELECCION DE FUTBOL ARGENTINO. CON MARCELO BIELSA;
Y CON JOSÉ PEKERMAN, EN EL MUNDIAL ALEMANIA 2006.

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