DON PEPE AMALFITANI

Por: Guillermo Tagliaferri

El 14 de mayo se cumplió un nuevo aniversario del fallecimiento del más ejemplar dirigente deportivo de la Argentina. Pasaron treinta y siete años desde la desaparición física de José Amalfitani. O simplemente, Don Pepe. Dicen quienes lo conocieron y trataron personalmente que era un "cascarrabias" y protestón, pero a la vez juran que fue un ejemplo de honradez, rectitud y limpieza moral. También lo catalogan como un trabajador incansable. Todo esa honradez, todo ese esfuerzo y toda esa vocación por hacer cosas positivas se las destinó a su querido Vélez Sarsfield. Tomó las riendas del club en un momento más que crítico, casi al borde del abismo. Porque Vélez había descendido por primera vez a la Segunda División del fútbol argentino, las deudas eran enormes y abultadas y el terreno del club se limitaba a una zona pantanosa y no deseada por ningún vecino porteño. Amalfitani recorrió oficinas, "mangueó", aportó temperamento y tenacidad. Y así edificó un club impresionante, todo a pulmón. De algunos consiguió dinero, de otros materiales de construcción, todo servía para la obra deportiva que había encarado. Son muchas las anécdotas sobre las mañas que se daba para conseguir las donaciones, por mínimas que fuesen. Desde un ladrillo hasta una bolsa de arena o de cemento. No se encadiló solamente con la dirección, ya que era común verlo arremángandose y agarrando una pala, cargando baldes o pintando una pared. Aunque nació en Callao y Corrientes, el 16 de junio de 1894, de pequeño se mudó, con su familia, a Villa Luro y fue un amor a primera vista con los barrios del Oeste y fundamentalmente con Vélez Sarsfield, club al que se asoció en 1913 (tres años después de la fundación). Fue presidente entre 1921 y 1923. Volvió en la etapa más complicada y fue nuevamente presidente durante casi treinta años, entre 1941 y 1969 y estando ya enfermo se dio el gusto de ver campeón a su Vélez en su primer título de la historia: Campeonato Nacional 1968. Aunque siempre optó por gastar más dinero, lo mínimo indispensable pensando en la tesorería del club, en obras edilicias para el club que en contratos altos de futbolistas. La Asociación del Fútbol Argentino designó el día de su fallecimiento, el 14 de mayo como quedó dicho, como el Día de Dirigente Deportivo. Un justo homenaje a Don Pepe, un directivo que dejó muchas riquezas, materiales y espirituales, en Vélez. En su Vélez, por el que tanto luchó y al que transformó, con honradez y trabajo, en una institución de lujo. Por eso, el estadio de Vélez , en Liniers, lleva el nombre de José "Pepe" Amalfitani, en justo homenaje y reconocimiento a un hombre que tuvo una conducta admirable.